No les compres/Tiranía de Mercado
Oferta excesiva
En los países desarrollados "disfrutamos" de una abrumadora variedad de oferta que, además de innecesaria, suele convertirse en una dificultad a la hora de elegir la compra de un producto o servicio. Deberíamos pararnos a pensar si todos los sacrificios que conlleva soportar las condiciones de el sistema económico imperante justifican la excesiva oferta de productos que nos abruman, claramente supérflua y desmesurada.
Cuando el factor decisivo no es el precio
Ofertas de última hora, por liquidación de stock y demás herramientas y tácticas publicitarias y de márketing que rayan (alcanzando en muchas ocasiones) la mentira y el engaño intencionado, complican aún más si cabe la elección por parte del consumidor.
La elección por un producto o servicio se complica más cuando los consumidores adquieren un mayor grado de madurez el incluyen entre los factores de decisión otros aspectos diferentes al precio, como pueden ser los criterios de consumo responsable de los que se habla en No les compres.
Las cifras
Según un estudio del Instituto de Márketing Alimenticio (FMI), en los supermercados de EE.UU. desde 1975 se ha quintuplicado el número de artículos en los supermercados llegando en la actualidad a un promedio de 48.750 artículos por supermercado. La firma británica Tesco tiene por ejemplo en stock 91 tipos diferentes de champú, 93 variedades de pasta de dientes y 115 de productos de limpieza. Tropicana, una filial de Pepsi, comercializa más de 20 variedades diferentes de zumos cuando partía de 6 en 2004. Y quieren llegar a 30 en los próximos años.[1]
Efectos en la cadena de producción
Los efectos de esta complejidad, no solamente se dejan ver en las tiendas. La gestión de los procesos productivos así como los de difusión y publicidad se hacen cada vez más complejos. Esto requiere de profesionales cada vez más especializados y cuya contribución en la vida es cómo hacer que se perciba una pequeña diferencia en el equipamiento base de un coche o explicitar la fórmula innovadora de un tinte de pelo de forma convincente para el cliente.
Se produce así el segundo efecto social nocivo de tanta posibilidad de elección: la creación de puestos de trabajo cuya razón de ser es el fomentar el crecimiento por el crecimiento sin ningún aporte útil a la sociedad. Como hemos denunciado tantas veces en No les compres, hacer posible revertir esta tendencia está en las manos de los propios consumidores, que podemos decir basta a la elección infinita sin sentido que nos acosa propagando un consumo responsable y socialmente útil.
Referencias
- ↑ The tyranny of choice, The Economist 16/12/2010